No te detengas para empezar a vivir
Carpe Diem: Persigue lo que te apasiona (aun si no tienes tiempo para ello)
¡Feliz lunes!
A veces pareciera que un día o una semana de repente se ven plagada de imprevistos. Esta semana, para mí, se trató justamente sobre eso. Por un lado, debía viajar por trabajo y, por el otro, debía acostumbrarme a la presencia de Benji en mi hogar: un perro Golden al que tuve el placer de conocer el domingo pasado.
Sucede que cuando todo se junta, es muy probable que perdamos el norte de lo que veníamos haciendo. Y eso fue lo que me sucedió a mí.
Un cachorro involucra una rutina completamente diferente. Ya no podía levantarme sobre la hora límite, alistarme y salir para el trabajo; ahora debía darle comida al perro y jugar un rato con él. Ya no podía acostarme apenas cruzara la puerta del apartamento por las noches y descansar unos minutos; ahora tenía que darle comida al perro y jugar un rato con él. Ya no podía sentarme horas ininterrumpidas enfrente del computador a escribir; ahora tenía que darle comida al perro y jugar un rato con él.
Básicamente, tenía que darle comida al perro y jugar un rato con él (por si no había quedado claro).
Pero en esas nuevas responsabilidades que vinieron adquiridas, quizás hubiera resultado muy fácil asumir una actitud negativa por el cambio brusco de rutina o por el viaje mismo; o también cuestionarme acerca de por qué decidí aceptar a Benji; o colocar todo en pausa mientras termino de asimilar todo lo que pasaba a mi alrededor.
Sin embargo, me di cuenta de algo muy importante: si la vida no se detiene, ¿por qué yo habría de hacerlo?
Mi felicidad o satisfacción con mi propia vida no dependen de la carencia de situaciones, sino de mi actitud frente a ellas.
En palabras de un autor argentino (o uruguayo, que por más que he investigado, no ha sido posible dar con el nombre):
Vivimos esperando a lo que vendrá: vivimos esperando el domingo, el próximo pago, el próximo mes, siempre pensamos en la siguiente etapa en nuestra vida para ser felices.
El inmenso poder del ahora.
Aplazamos y aplazamos, y volvemos a aplazar, creyendo que toda etapa futura estará libre de problemas, y luego algo sucede (porque siempre es así) y resulta que debemos esperar nuevamente. Una nueva etapa, una nueva espera.
Se nos pasa la vida esperando, y no viviendo.
Existe un libro que habla en detalle acerca de estrategias efectivas para sacarle el máximo provecho al presente y acerca de cómo podemos cultivar una mentalidad que se enfoque menos en el pasado o en el futuro, y se centre más en lo inmediato. Ese libro se llama The Power of Now de Eckhart Tolle.
En él, el autor se centra en los conceptos de felicidad y de éxito para demostrar que es bastante posible ser feliz mientras se lidia con todo lo que la vida decida arrojarnos. Porque, “las dificultades hacen parte del ciclo de la vida; sin ellas no es posible alcanzar el éxito”.
¿Cuántas veces te has sentido no sólo abrumado sino estresado por todo lo que tienes en tu día a día? Ahora, ¿en cuántas de esas ocasiones has sido consciente de que, a pesar de todo ello, eres feliz?
En mi caso, soy feliz extrañando enormemente mi hogar al lado de mi esposa y ahora de Benji (aunque moriría por tenerlos cerca); soy feliz en medio del poco tiempo que tengo disponible para dedicarle a lo que me apasiona; soy feliz aunque existan metas personales que aun no se han hecho realidad.
Soy feliz porque decido serlo.
La negatividad surge de nuestra mente, o del ego, como una forma de reacción a estímulos externos. A nuestro ego no le gusta ser atacado y exponer nuestras fallas. Como resultado, la mayoría de las veces percibimos cada desafío como algo negativo, en lugar de verlos como una oportunidad única para crecer. Es inevitable ser sacudidos de alguna forma, pero la verdad es que no existe nada más satisfactorio que los músculos adoloridos tras ejercitarse duramente.
Eckhart Tolle.
No esperes para vivir, porque desconoces lo que la vida tenga preparado para ti. No intentes tampoco ver tu felicidad en factores externos. En cambio, enfócate en lo que quieres lograr y no lo abandones hasta que empieces a ver resultados; aparta el tiempo necesario para perseguir lo que te apasiona, aun si cuentas con muy poco para ello; sé intencional y oblígate a dar pasos pequeños cada día.
Y durante todo ese proceso (que puede tardar meses o, incluso, años), convéncete de que HOY puedes ser feliz.
No te dediques a creer que cuando algo suceda entonces seguramente será el momento indicado para preocuparte por tu felicidad, porque no funciona así.
Aprovecha cada oportunidad, aun en medio de las cientos de cosas que se acumulan ante ti, de no perder el rumbo y de saber que no se trata de una carencia de dificultades, sino de tu actitud cada día mientras lidias con ellas.
Consejo de la semana
Hasta que enfoques tu energía en cosas que mantengan un gran valor en tu vida, las emociones negativas siempre tendrán poder sobre ti - Amy Morin.
Haz una lista de cosas que te llenen de preocupación y determina si se originaron en el pasado o si aun no han ocurrido.
Enfócate únicamente en las acciones que puedas llevar a cabo hoy para lidiar con esas situaciones y no desperdicies tu energía llenándote de pensamientos sobre lo que ya pasó o sobre lo que pueda que nunca pase.
Haz tu mejor esfuerzo para reconocer que puedes ser feliz hoy.