Hoy surgió una pregunta en mi cabeza.
¿Qué me da felicidad?
Y al cabo de unos segundos, encontré la respuesta. Me dan felicidad los pequeños momentos.
Y así fue cómo me percaté de ello.
Esta mañana abrí mis ojos teniendo en la cabeza el sueño de la noche anterior (que ahora, un par de horas después, ni siquiera puedo recordar claramente). Tuve un pequeño lapso de tiempo en el que me pregunté “¿fue real todo lo que soñé anoche?, sonreí para mí mismo **y terminé por despertarme.
Fui al baño, me lavé la cara, regresé a la cama. Mi esposa me rodeó con su brazo y balbuceó unas palabras que no entendí porque lo hizo estando dormida todavía. Le dije te amo y ella respondió lanzándome unos besos (aunque un rato después, ya despierta, no se acordaba de haberlo hecho).
La luz de la mañana empezó a hacer su ingreso a través de la cortina de la habitación. Supe que era hora de ponernos en pie.
Mi esposa se dispuso a hacer el desayuno (es mi regalo preferido cuando me encuentro de cumpleaños y ella lo sabe), y yo me dediqué a revisar unos mensajes en el celular de personas queriendo felicitarme.
Disfruto cumplir años.
Creo que es la sensación de que personas cercanas a ti te demuestran que eres importante para ellos lo que más me atrapa. Me siento contento, animado, deseando que el día siga su curso.
Unos minutos luego y ya estamos comiendo enfrente del televisor, sobre la cama. Planeamos el día, disfrutamos del frío que hacía en el ambiente, le doy gracias a mi esposa por haber preparado los mejores pancakes y huevos revueltos que había probado en mucho tiempo. Hablo con mis dos amigos más cercanos por teléfono, mi esposa se acuesta un rato.
Y entonces hago una pausa.
Miro por la ventana, escucho el silencio y cierro los ojos. Podría estar en cualquier otro lugar del mundo, pero prefiero estar aquí. Podría ser felicitado por cientos de personas, pero prefiero que lo hagan los que de verdad me importan.
Y me di cuenta allí, en ese instante, de que esta mañana que inició lenta es uno de los motivos por los cuales soy feliz.
Soy feliz porque estoy rodeado por las pequeñas cosas que adornan mi vida y sin las cuales seguramente no sería igual. Las mismas que muchas veces dejamos pasar desapercibidas.
Que nada nos impida notar esas cosas simples que hacen parte de nuestra vida.
Que nada nos aleje de todo aquello que nos puede hacer verdaderamente felices.