4 actividades que me permiten vivir en el presente
Artículos, blogs y notas con una sola premisa: impulsarte a llegar a tu mejor versión.
Es increíble pero nadie nunca te dice que vivas el momento, que estés en el presente.
Muchas de las enseñanzas que recibimos en nuestra vida son, de hecho, todo lo contrario: busca un trabajo que te pague lo suficiente (¿qué sería lo suficiente?), consigue una pareja, cásate, ten hijos, críalos apropiadamente, compra una casa, retírate, disfruta de tu vejez en completa paz (si es que cuentas con la fortuna de ello). Todas son metas con raíces en el futuro, pero traídas al ahora.
Y vivir de esta forma, cada día de nuestra vida, cansa.
Uno de los recuerdos más felices de mi infancia se remonta a cuando tenía probablemente unos diez o doce años. Tenía un grupo de amigos de la misma edad y cada tarde nos inventábamos cualquier excusa que se nos pudiera ocurrir para compartir y hacer locuras de niños juntos. Una de las que más tengo presente es cuando escuchábamos música con una de esas grabadoras antiguas que tenían ranuras para cassettes y lector para CDs (¿aun las venderán?). Nos sentábamos en el pórtico del edificio (a veces más hacia la calle, a veces incluso en los parqueaderos) y manteníamos conversaciones que más que todo giraban en torno a quién le gustaba quién y qué debería hacer para conseguir ese anhelado primer beso.
No existían preocupaciones por supuesto.
La razón por la que menciono esto era porque naturalmente no pensábamos en nada más sino en quienes y en lo que teníamos enfrente.
Lo que más nos quitaba la tranquilidad era conocer qué canción era la que seguía.
No obstante, en la medida en que crecemos y los años van pasando, nos olvidamos de esa capacidad que teníamos de experimentar cada segundo como si este fuera lo único real.
Y es una verdadera lástima.
En mis 35 años de vida he aprendido que, si bien la proyección y la visualización son importantes para conocer hacia donde nos dirigimos, también lo es el que podamos volver a esos momentos de ingenuidad y de espontaneidad que nos caracterizaban por esos días de nuestra vida.
Estas son las 4 actividades que me permiten vivir más en el momento:
Hacer planes espontáneos
¿Cuándo fue la última vez que en realidad hiciste lo que pensabas? ¿Cuándo fue la última vez que simplemente actuaste?
Si se te cruza por la cabeza conducir hacia una ciudad cercana sólo porque si, ¿por qué no hacerlo? Si siempre has querido conocer otros lugares, ¿qué te detiene?
A veces estas resultan siendo preguntas que no nos atrevemos a responder.
¿Sabes? He descubierto que la mayoría de las veces no hacemos las cosas más por el miedo de lo que podría pasar (es decir, un miedo basado en las posibilidades), y no por un miedo válido y real.
En otras palabras, no nos decidimos a actuar por un quizás.
Así que sé espontáneo cada vez que puedas. Estarás abierto a una de las cosas más bellas que tenemos los seres humanos: ser nosotros mismos.
Steve Jobs afirmó una vez:
“Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? Si la respuesta es no durante demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo”.
Invertir en mi mismo
Si te gusta cocinar, paga un curso de cocina. Si te gusta escribir, paga un curso de escritura creativa. Si quieres emprender, averigua sobre manejos de finanzas o ideas para invertir.
Cuando inviertes en ti mismo, lo que en realidad estás diciendo es “esto es importante para mí y me valoro lo suficiente como para tomármelo en serio”. Al mismo tiempo, te empiezas a reconectar con algo que vamos olvidando con el pasar de los años: todo aquello que nos apasiona.
Y experimentar eso, en este mundo, es invaluable.
Separar tiempo para hacer lo que me gusta
Si eres alguien que disfruta de almorzar en la playa, busca los espacios y hazlo. Si eres alguien que disfruta de quedarse en casa un domingo y ver los partidos de ese día, hazlo. Pueda ser que algunas cosas no las puedas realizar todo el tiempo y debemos estar de acuerdo con eso. Después de todo, hace parte de la vida misma y de la manera en la que este mundo funciona. Pero también es cierto que es posible hallar pequeños instantes en nuestras agendas para hacer lo que nos gusta.
Un consejo: sé proactivo. Programa con antelación.
No aguardes a que las circunstancias se alineen perfectamente. Es muy probable que nunca lo hagan y, en ese caso, quizás unos años más adelante, te darás cuenta de que perdiste tiempo valioso y nunca te permitiste reírte lo suficiente.
Compartir tiempo de calidad con las personas que amo
Es tan sencillo sumergirnos en los compromisos y en todo lo que tenemos que hacer cada día, e ignorar lo que debería ser lo más importante: compartir con aquellos que amamos.
Algo que comprendí es que no es necesario lo extravagante, lo elaborado. Tan sólo basta nuestra intención y el no estar enfocados en otras cosas. Es decir, estar presentes en el momento: escuchar lo que la otra persona está diciendo y no revisar mensajes ni correos en el celular mientras recordamos anécdotas pasadas o revivimos viejas historias.
Basta una cena, una invitación, una carta, una llamada. Siempre hay tiempo. Y la verdad es que nunca nos alcanzamos a imaginar lo que extrañaremos esos momentos cuando se esfuman para siempre.
Así que asegúrate de vivirlos.
“La vida es eso que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes”.
John Lennon.
Recuérdalo.
✌🏻 Antes de que te vayas…
🎧 Te invito a escuchar mi podcast Escribiendo el Momento en Apple Podcasts, Spotify, o en donde sea que consigas tus podcasts 😎.
Este es el episodio más reciente:
He leído entre líneas ese CARPE DIEM, aprovecha el momento, ese JOMO y ese dejar de un lado el FOMO. Creo que haciendo todo lo que has escrito nuestra vida, nuestros sentimientos serían muchísimo mejores. Gracias ✨