3 estrategias que aprendí este año que me ayudaron a enderezar mi vida
Carpe Diem: Tips, hábitos y mindsets que te ayudarán a lograr más y a vivir una vida más plena, cuando cuentas con menos tiempo.
💬 Esta semana aprendí que la vida, en la mayoría de las ocasiones, regala segundas oportunidades.
🤔 Hoy me pregunto por qué necesitamos conocer las consecuencias de una mala decisión para poder tomar la correcta.
🎧 Canción de la semana: Crimen de Gustavo Cerati.
¡Feliz lunes!
La vida está repleta de distintos tipos de momentos. En unos gozamos de una intensa alegría; en otros pareciera que nada nos sale bien. En unos estamos completamente seguros del siguiente paso a dar; en otros nos cuesta tomar una decisión. En unos somos valientes y asumimos riesgos; en otros no somos capaces siquiera de dar el primer paso. Y de esa manera atravesamos por distintas épocas, pasamos por temporadas marcadas por una cosa o la otra.
Sin embargo, algo que me he dado cuenta es que son los momentos de duda los que nos generan mayor conflicto, y los que más nos cuesta superar.
Y por obvias razones. No es que vayamos por la vida queriendo poner todo en perspectiva y replantearnos cada decisión que hemos tomado en el pasado; o esforzarnos al máximo para poder dejar atrás recuerdos felices al lado de alguien que amamos demasiado; o quizás intentar hallar de nuevo la normalidad en medio de la soledad.
Hay momentos que nos marcan, sin lugar a dudas.
Y este año precisamente, me marcaron dos en particular: la noche en la que me despedí de mi hogar, y la tarde en la que supe que había tomado la decisión correcta en regresar.
La primera fue dura porque no creí que llegaría a verme así: recogiendo mi ropa y metiéndola en una maleta un día de Enero. Recuerdo que el apartamento estaba solo y, antes de salir por la puerta, tuve que dar media vuelta y reparar en cada cosa de la cual me despedía. Miraba al sofá de la sala, a las sillas de bar, a la cama, y no podía apartar de mi cabeza las historias detrás de esos objetos (porque todos la tienen, sin excepción). Creo que eso fue lo que más me dolió: las risas que compartí y que, al menos hasta ese entonces, no iban a volver jamás.
Una imagen amarga y gris a la que procuro no volver tanto, pero que me ha servido de ancla para continuar.
La segunda es distinta. La segunda está llena de color y se asemeja más a un video corto que se reproduce una y otra vez en mi cabeza. Sucedió una tarde de Abril, en la que nos bajamos del auto mi esposa, Benji y yo. Cargábamos con un par de morrales, uno adicional para las cosas de Benji, mudas de ropa y quién sabe qué otras cosas más. El punto es que no nos cabía nada en las manos. Benji se inquieta y de repente empieza a estrellarse con nuestras piernas. Salta un poco, mueve la cola de un lado a otro. Saca la lengua, tal vez sonriendo para una foto que no alcancé a tomarle. Mi esposa se lanza a correr en el estacionamiento, Benji la persigue. Luego yo hago lo mismo, y Benji corre detrás mío. Hicimos lo mismo unas cinco o seis veces hasta quedar agitados, sosteniendo lo mismo que cuando nos bajamos inicialmente.
Pero ciertamente hubo magia en ese momento y fui consciente de ello cuando, en medio de una de esas carreras, vi la cara de mi esposa empapada de felicidad mientras trataba de correr lo más rápido que podía. Y supe que sí… que sí había valido la pena haber pasado por lo que pasé, tan sólo por la oportunidad de estar allí en ese estacionamiento.
El proceso que debemos seguir para lo que de verdad importa nunca es sencillo.
No obstante, entre Enero y Abril, en los momentos en los que más perdido me sentía, descubrí tres estrategias que me ayudaron a enderezar mi vida, y a trazar una ruta que pensé había quedado muerta para mí.
Eso es lo que sucede con la vida: tiene una forma particular de brindarte segundas oportunidades.
Determinar qué tan satisfecho me siento en áreas clave de mi vida
La Wheel of Life (Rueda de la vida en español) ha sido ampliamente utilizada en el ámbito del desarrollo personal y del coaching, y lo que busca es identificar qué tan satisfechos estamos en las áreas de Salud (física, mental), Relaciones (amigos, familia, relaciones románticas), Carrera (desarrollo profesional), y Ocio (diversión). El ejercicio consiste en otorgar una calificación del 1 al 10 de acuerdo a la satisfacción actual que percibas en cada área.
Existen muchos ejemplos online, pero te comparto el que considero permite comprender el ejercicio de una mejor manera.
Conocer tu punto de partida es el primer paso para identificar qué es lo que puedes hacer al respecto. Lo que pasa es que la mayoría de las veces no te detienes a tener una conversación contigo mismo, sin tapujos, sin temores al qué dirán. Y eso es lo que este ejercicio provoca: que seas brutalmente honesto y no te digas mentiras. Si no te sientes pleno en cualquiera de estas áreas de tu vida, entonces conoces el por qué y es ese conocimiento el que te permitirá empezar a tomar acción para que al corto, mediano o largo plazo, logres transformar lo que genera esa insatisfacción en primer lugar.
Diseña una imagen de tu propia vida
¿Cuáles son tus prioridades? ¿Qué es lo que más valoras en tu vida? ¿Qué momentos en específico no estás dispuesto a dejar ir? ¿Cómo deseas invertir tu tiempo? ¿Qué tipo de situaciones deseas que permanezcan siempre? ¿Qué personas anhelas que hagan presencia de manera constante en tu vida?
Haz primero una lista con este conjunto de prioridades. Y luego intenta representarlas de forma visual. En mi caso en particular, una vez me senté a evaluar cuáles eran esos pilares para mí, me di cuenta de varias cosas:
Que el dinero no era algo que valoraba por encima de amigos y de familia.
Lo que perseguía eran en realidad momentos… momentos con amigos cercanos, momentos con familia, momentos al lado de la persona que amo.
Lo que en verdad deseaba era sentirme pleno, y eso incluía qué tanto de mi tiempo invertía en las cosas que me apasionaban.
Ahora bien, la fortaleza real de este ejercicio radica en dar un paso atrás e intentar hacer una evaluación honesta en cuanto a cómo nos encontramos hoy frente a esas prioridades que enumeramos e ilustramos en el paso anterior.
Porque de nada sirve tener claro qué es lo que valoramos más, si no lo escogemos cada día.
Una serie de preguntas que te ayudarán a esclarecer el panorama:
¿Pasas suficiente tiempo de calidad con las personas que amas? ¿Qué experiencias están a tu alcance hoy que puedas compartir con ellos?
¿Estás haciendo lo suficiente para que en un futuro puedas dedicarte más a lo que te apasiona? ¿Qué cambios podrías implementar que contribuyan a ese propósito?
¿Qué momentos puedes hacer realidad hoy que se encuentren alineados con esa visión que construiste sobre tu propia vida?
¿Cuáles son tus dos objetivos principales? (Y establece un compromiso con ellos)
Responde a la pregunta: ¿cuáles serían las dos tareas principales que de llevarlas a cabo, generarían un mayor impacto en lo que quiero alcanzar?
La razón por la que en ocasiones nos quedamos estáticos es porque queremos hacer mil cosas a la misma vez, sin darnos cuenta de que el éxito se consigue a través de la consistencia. Y la consistencia difícilmente se logra apuntando en distintas direcciones.
Si deseas ser escritor, ¿cuáles son las dos tareas principales que deberías estar llevando a cabo sin falta?
Reemplaza la palabra escritor de arriba por la que tú quieras, y realiza el mismo ejercicio.
Una vez hayas determinado cuáles son esos objetivos principales, establece un compromiso real con cada uno de ellos. Completa las siguientes frases:
Mis dos objetivos principales para mí en los siguientes meses son…
Hacer esto de manera consistente es importante para mí porque…
Con el fin de poder cumplir con mis dos objetivos principales, me comprometo a haber hecho A, B o C para Julio 2025 (por ejemplo).
Para asegurarme de que me mantenga en curso, voy a hacer…
Quizás una de las lecciones más importantes que he aprendido en los últimos años es que para encontrar de nuevo el rumbo de nuestra vida es necesario que seamos intencionales. Intencionales con nuestro tiempo, intencionales con las personas que nos rodean, intencionales con las actividades que nos sacan de la rutina, intencionales con los objetivos que nos trazamos.
Por eso sé que evaluarnos de esta forma funciona.
Porque nos devuelve el control de nuestra vida que creímos se nos había escapado de las manos.
✌🏻 Antes de que te vayas…
Hace unas cuantas semanas, te conté cómo refiriendo Carpe Diem a tu familia y amigos, puede ayudarte a recibir algo en cambio.
Estas “recompensas” son las siguientes (y me encantaría que les sacaras provecho):
✍🏻 8 Journaling Prompts (autoevaluación personal) a cambio de 5 referidos.
📖 Mi ebook Los 5 errores que cometes al mantener un trabajo de tiempo completo que no te permiten avanzar en tus metas personales, a cambio de 10 referidos.
🤝 Acceso a la comunidad de Slack, a cambio de 20 referidos.
Este es el post en donde te doy más detalles: