3 cosas que debes hacer cuando pierdes tu propósito en la vida
Artículos, blogs y notas con una sola premisa: impulsarte a llegar a tu mejor versión.
💡 Estás leyendo uno de los artículos que dio origen a Carpe Diem. El propósito de este newsletter es y seguirá siendo darte herramientas para que puedas vivir una vida más plena enfocándote en el presente.
Te invito a escuchar mi podcast 🎧- Escribiendo el Momento ✍🏻. En él, hablo acerca de libros, tips, mindsets e historias que nos ayuden a considerar qué es lo verdaderamente importante en nuestras vidas.
Si cuentas con unos minutos en tu día, te invito a escucharlo 😎.
En algunos periodos de nuestra vida pudiera parecer que hemos perdido el rumbo; pudiera ser que las circunstancias de la vida nos hayan descolocado de alguna manera; o incluso que nos hayamos olvidado de aquello que siempre nos dio una pizca de felicidad.
Yo mismo he pasado por allí.
De repente algo te sucede y te ves a ti mismo sin nada de lo que habías trabajado en los últimos años de tu vida. Tal vez, sencillamente te hayas enfocado en otras áreas y dejado a un lado lo que anhelaste hacer con todo tu corazón. Entonces nos empezamos a cuestionar:
¿Qué es lo que verdaderamente quiero en este momento de mi vida?
¿En verdad me encuentro en el camino de cumplir mis sueños?
¿Cuáles de esos sueños estoy más seguro de querer lograr que otros?
En aquellos instantes en los que perdamos la confianza en los pasos que damos (a todos nos ocurre), se hace necesario disminuirle un poco el ritmo a la vida y conectarnos de nuevo con esa llama interior que reposa en lo más profundo de nuestra alma. Esa llama que intuitivamente conoce las respuestas que en ocasiones nos cuesta hallar. Esa llama que permanece adormecida a veces por largo tiempo, demasiado, pero que sale a la luz cuando más la necesitamos.
Es por eso que es clave desarrollar mecanismos que te ayuden a poner en silencio todo el ruido que te rodea, y a aclarar un poco el panorama en los instantes en que más nublado se encuentre.
Reconéctate contigo mismo
Existe un valor inimaginable en reconectar con lo que amas. Bien sea invertir tu tiempo en volver a esas pasiones olvidadas o convertir ese hobby en algo permanente en tu vida, no importa. Como seres humanos, necesitamos sacudirnos el polvo cuando las crisis azoten y de esa manera continuar hacia adelante.
Permite que tu mente se enfoque en aquellas cosas que antes no podías. Y esto es invaluable. Cuando algo te desenfoca, queremos apresurarnos a resolver todas las cosas incluso antes de asimilarlas apropiadamente. Sin embargo, esta no es la forma más apropiada para lidiar con las dificultades.
Siente primero. Encuéntrate a ti mismo. Emprende tu camino de nuevo con las lecciones aprendidas.
Reconéctate con todo aquello que te da paz y felicidad.
Disfruta de los pequeños momentos
Parte del secreto de poder reconectarte contigo mismo es saber que los pequeños momentos hacen parte del paquete. En medio de la prisa de la rutina diaria a la que todos estamos expuestos, no sólo olvidamos qué es aquello que siempre quisimos alcanzar, sino que ignoramos por completo todos esos preciados instantes que pudimos haber aprovechado de otra manera.
De allí que una de las prioridades de nuestra vida debería ser no dar ninguno de esos momentos por sentado.
Pasa tiempo de calidad con las personas que amas, ve a la playa, practica ese deporte, escucha esa música, invierte tus mañanas haciendo algo diferente, aprende cosas nuevas, lee un poco más, pasea a tu perro. No importa lo que sea, el ejercicio es ser consciente del momento que estás viviendo y de ser agradecido por ello.
“Sé un solitario. Eso te da tiempo para reflexionar, para buscar la verdad. Ten una curiosidad santa. Haz que tu vida valga la pena”.
Albert Einstein.
Identifica tus prioridades y luego trabaja duro por ellas
Una vez te hayas reconectado contigo mismo y te hayas permitido disfrutar de los pequeños momentos, te queda un paso muy importante: actuar frente a las prioridades que hayas identificado en tu vida.
Sé intencional. El carácter de una persona se forma a través de esas decisiones que se toman que crean un conflicto con sus prioridades.
Trabaja duro y trabaja todos los días. Si de verdad quieres ser exitoso en cualquier área, te diré una de esas verdades duras de la vida: si no logras tus objetivos, la responsabilidad de ello es siempre tuya. Por lo cual el éxito no es tanto una meta en sí, sino el inevitable resultado de lo que haces todos los días.
Así que si de verdad deseas algo, empieza hoy y empieza a ser constante. Puede ser un objetivo a largo plazo, un sueño, un matrimonio que lucha por mantenerse a flote, la relación con tus hijos, algo que te apasiona y a lo que deseas dedicarle todo el tiempo posible. La verdad no tiene tanta relevancia lo que sea, lo que sí es fundamental es lo que haces cada día por ello.
✌🏻 Antes de que te vayas…
Hace unas cuantas semanas, te conté cómo refiriendo Carpe Diem a tu familia y amigos, puede ayudarte a recibir algo en cambio.
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Este es el post en donde te doy más detalles:
siempre te leo...muy bueno...felicitaciones y gracias...tus escritos me han ayudado bastante.