3 características de una persona mentalmente fuerte
Carpe Diem: un rincón en el mundo en el que te recuerdo por qué vivir en el presente es la mejor forma de ser feliz.
Antes que nada, vale aclarar que nadie es mentalmente fuerte porque sí. Todos hemos sufrido, nos han lastimado, nos hemos equivocado, hemos confiado en quien no debimos haber confiado. Suena cliché pero hace parte de la vida. Y lo más importante, hace parte de crecer como individuos.
Es este proceso el que nos permite ir generando la fortaleza mental para afrontar cualquier cosa y no quedarnos caídos durante los momentos difíciles. Esto es clave. Y la razón por la que utilizo la frase no quedarnos caídos es porque existe el concepto errado de que alguien mentalmente fuerte no espabila ante lo que sucede y en cambio navega las circunstancias con una determinación inigualable.
Es decir, nada le afecta, nada le perturba. Pero en eso no radica ese rasgo principal. Y para ilustrarlo mejor, comparto cada una de las tres características acerca de lo que en verdad significa contar con una mentalidad fuerte.
Aceptar los errores que cometiste
De la lista de errores que he cometido (que van desde los veinte hasta el millón), definitivamente resaltaría haber traicionado la confianza de un amigo de la infancia. Compartí información que no era cierta, y lo confronté con mentiras sabiendo que al hacerlo iba a perder a mi amigo. Y en efecto así sucedió por muchos años.
Resulta difícil de explicar por qué actuamos como actuamos. Sin embargo, de esa experiencia puedo rescatar el inmenso valor que hoy le brindo a la amistad.
En otras palabras, si no hubiera pasado por lo que pasé, si no hubiera hecho lo que hice, no tendría el concepto de amistad que tengo ahora. Y en ese sentido, sé el tipo de relaciones que mantengo y cómo las tengo que cuidar. Eso me hace fuerte mentalmente.
Aceptar los errores quiere decir que:
Entiendo qué fue lo que hice mal y cómo debí haber actuado
No me siento cómodo con lo que hice pero no me castigo por eso. Sé que fue una época de mi vida y ahora no pienso de la misma forma
Puedo identificar ahora cuál es mi posición frente al mismo tema o situación. ¿Cómo esa experiencia modificó mi percepción u opinión acerca de esto en particular?
Cuando enfrentes algo similar en el futuro, ya sabrás cómo manejarte.
Tu carácter fue formado a través de las experiencias
Resulta complicado creer que alguien es capaz de tener fe, por ejemplo, si antes no la ha ejercitado o se haya visto envuelta en situaciones que ameritaba ponerla en práctica.
Dicho de otra manera, lo que sabes ahora, quién eres ahora, no es más que el resultado de años y años de experiencias vividas.
Pero en donde pienso que la mayoría de personas falla es en tomarse un respiro de todo, sentarse y reflexionar acerca de lo que pasó. Una persona mentalmente fuerte realiza un balance, establece lo que hizo mal y mira hacia adelante confiada en que la próxima vez las cosas serán mejores.
Se trata de reconocer en qué erraste, sí, pero al mismo tiempo identificar de qué forma las experiencias te moldean, te cambian, te obligan a crecer y a ver la vida de forma distinta.
Sabe que nunca está solo
Bien sea rodeado de personas de confianza o de esos amigos verdaderos de toda la vida o de Dios, ningún problema es demasiado grande si comprendes que no estás solo. Ya he hablado antes acerca de cómo para mi la fe es esencial en mi vida. Y esta creencia me ha ayudado a superar crisis profundas.
Tengo la convicción de que pase lo que pase jamás estaré solo y que recibo la guía y protección de Dios. Pero si la fe no es tu camino, lo verdaderamente importante es que puedas siempre hablar acerca de lo que te sucede y recibir consejos valiosos de personas que te quieren y te aprecian.
Confía en tu camino y tómate siempre un espacio en silencio. Medita y reflexiona.
A veces, lo único que necesitamos es confiar en nosotros mismos.
Todo lo que necesitamos saber ya lo sabemos. Solo hace falta escuchar a nuestro cuerpo, a nuestra intuición. El resto, como bien los dices, es la fe; no necesariamente en Dios, pero una fe de que vas a llegar a donde tienes que llegar.